Terrible. Darkness Mad Creative Group glorifica su gran forma de guerra, mientras instalas sin flash: un Apocalipsis brutal y vertiginoso en el universo de Warhammer Fantasy. Y, de paso, hace toda una guerra: CALP. 3 el mejor juego de todos. Homenaje a la trilogÃa Total War: WARMAMMER por su gran obra maestra.
La guerra gloriosa del masivo Total War: Warhammer alcanza su clÃmax en una trilogÃa pura que eleva la épica y ferocidad de las dos entregas anteriores a un nivel que ningún otro juego militar ha alcanzado. Pongan cada anzuelo en la verdad, y tÃrenlo todo al infierno: el mundo está en el fondo del abismo, y ya anticipamos que las cosas no terminarán nada bien.
El equipo del Creador ignora el plan histórico, tan bueno y fuera de los lÃmites de la imaginación que nos arrastra a su terrible visión del infierno. De todo en los dos Total Wars anteriores: WARMAMMER y sus expansiones, llevando al jugador con nuevas experiencias. cierran el asunto y lo dejan en su apogeo.
Porque Roman War: WARMAMMER III es la entrega más ambiciosa y brutal de la trilogÃa. Una cita absolutamente obligatoria para todos aquellos que quedaron fascinados o directamente rendidos ante la excelencia de las dos primeras entregas.
Y lo mejor es que en ellos el modo de innovación ni contradice ni sucumbe. Uno de los mayores logros de toda la guerra: WARMAMMER III vale más que toda la trilogÃa.
Y es que la fórmula, como veremos, no ha cambiado, pero el contenido que se propone es completamente nuevo y el tono en general es mucho más épico.
En toda guerra: WARMAMMER III lideramos rÃos de unidades, mortales o demonÃacas, en cada guerra que se desarrolla en la frontera de los mundos. Los cuales, con un estallido de entusiasmo, fueron arrojados a las unidades una por una y conducidos a la empresa con ambición desordenada, convertida en batallas verdaderamente apocalÃpticas.
Pero lo mejor es que Total War: WARMAMMER III logra todos sus objetivos y genera una gran expectativa sin dejar el legado de la serie militar o la licencia Warhammer Fantasy. The Creative Group mantiene intacta la gran premisa sobre la que comenzó esta colaboración de ensueño: ofrecer 100% Warhammer y una experiencia 100% Warhammer.
El juego de guerra más brutal que se ha hecho nunca
Sea como fuere, el Reino se está volviendo loco por el caos. Estamos hablando de una dimensión constantemente sometida a todo tipo de terror y corrupción demonÃaca incesante. Según esto, Mordor parece un parque infantil. La tierra despreciable y hostil destinada a ser el escenario debÃa ser preparada para el destino del mundo.
A diferencia de otras sagas bélicas, Creative Group amplÃa el contenido de All War: WARMAMMER y Roman War: WARMAMMER II proporcionando al jugador diferentes facciones y contenidos, pero manteniendo la premisa de presentar grandes batallas en tiempo real en entornos ricos en detalles y matices.
Quizás los personajes de Total War: WARMAMMER III son los más austeros, pero le dan una identidad propia. y lo que es más importante, transmiten perfectamente la dureza y escala de las circunstancias.
Dicho esto, y sin embargo es un gran toque para la trilogÃa, no habrá que haber terminado las otras dos entregas para sumergirse completamente en la experiencia. Total War: WARMAMMER III sabe dar la bienvenida a todo el mundo.
La buena noticia tanto para los recién llegados a Total War: WARHAMMER como para aquellos que aprovecharon al máximo el Viejo y el Nuevo Mundo y no han vuelto en mucho tiempo es que Creative Assembly ha tenido muy en cuenta la brecha de cinco años que hubo entre Total War : WARHAMMER II y este episodio final.
Que ha creado un Prólogo muy bien pensado con el que ponerse al dÃa con las mecánicas del juego, adentrarse de lleno en el universo Warhammer y la gravedad del contexto que se avecina y poner en un mismo punto a veteranos y nuevos jugadores de experiencia.
A partir de aquÃ, los contenidos y la ambición del juego se vuelven locos en términos de escala y posibilidades. Las Campañas del juego hacen que mortales y demonios acaben desplegando sus ejércitos por el Reino del Caos, creando dantescos conflictos en los que la brutalidad siempre estará sujeta a las circunstancias, y estas siempre beneficiarán a quien mejor entienda la situación.
La eficiente gestión de las unidades, la topografÃa e incluso la intervención divina decidirán el resultado de la batalla poco a poco. Lo que no quiere decir que Total War: WARHAMMER III se reserve sorpresas y giros argumentales, repartiéndolos de forma caprichosa o a conveniencia con la visión de ofrecer el drama esperado del Apocalipsis en sÃ.
Si éste es tu primer Total War: WARHAMMER debes tener en cuenta un aspecto: aquà no verás elfos, orcos ni enanos. A nivel de contenido, cada instalación de la trilogÃa tiene sus propias facciones, reinos y banderolas.
- Por parte de los dos representantes de los reinos mortales tenemos el austero pero letal Kislev de los reinos del norte y el imponente y exótico imperio del Gran Catai. Junto con ellos, y también para sus propios propósitos, los poco sutiles Reinos Ogros.
- Además, hay que reconocer que Creative Assembly ha sabido salvar a las unidades más imponentes y devastadoras para la ocasión: además de poder participar en los Demonios del Caos liderados por el prÃncipe Ungol, cuatro deidades demonÃacas comparten el Reino de Caos: Nurgle, el Dios de la peste; Slanesh, el dios del exceso; Tzeentch, Lo que cambia las cosas; y finalmente Khorne, el dios de la sangre y la matanza.
Como decÃamos, Creative Assembly ha mantenido la fórmula de las dos entregas anteriores pero también se ha dedicado completamente a ofrecer contenidos potentes capaces de desafiar a los que provienen de entregas anteriores y de sorprender y captar a los recién llegados. Subir el tono y la intensidad de los concursos con campañas que siguen el rastro de la fórmula de Total War:
- Juegos por turnos con conquistas, adquisición de recursos y mejoras en los mapas de campaña
- Emocionantes batallas multitudinarias en tiempo real en arenas de combate.
Sin embargo, la forma de pintar el decorado respeta la fidelidad que se guarda en el universo de Warhammer Fantasy.
La propia Games Workshop se ha volcado a tope en Total War: WARHAMMER III y ha trabajado con Creative Assembly para que, más allá de la esencia de estrategia y rol que se manifiesta en el transcurso del juego y su campaña, sea genuina, experiencia y esta El retorcido giro demonÃaco que se le da al colofón de la trilogÃa cumple con las expectativas de los fans más acérrimos de Warhammer.
Y es que, a pesar de desprenderse de crudeza, oscuridad y tintes apocalÃpticos, Total War: WARHAMMER III no es una tercera entrega inspirada en los acontecimientos de Warhammer Age of Sigmar.
Sino una continuación directa del proyecto iniciado en 2016, situado cronológicamente durante el reinado. del emperador Karl Franz y cuyas raÃces e inspiraciones están fuertemente ligadas a la octava edición de Warhammer Fantasy Battles.
Esto nos lleva al otro gran punto a cubrir en Total War: WARHAMMER III. ¿Qué cosas nuevas se han introducido en la experiencia más allá del contenido?
Nuevos métodos para limpiar el Reino del Caos
El equipo creativo es claramente consciente de que Roman War: WARMAMMER III es la saga más emotiva y el amplio intervalo de tiempo entre ésta y la anterior entrega.
Precisamente por este motivo, pone toda la comida a la parrilla con nuevas opciones y modos de juego que se adaptan como un guante al tema y al tono de esta entrega y que elevan la rejugabilidad del tÃtulo mucho más allá de sus fuertes campañas . Que, por cierto, ha aumentado mucho en el nivel del deporte y sobre todo en los jugadores.
En un principio, las campañas ya están presionando hasta a ocho jugadores. Un salto inhumano, si tenemos en cuenta que en las entregas anteriores sólo podÃan ocuparse.
Por supuesto, no todas las campañas permiten la entrada de ocho jugadores: aunque el Reino del Caos se puede configurar con otros siete jugadores, la Campaña dedicada al Reino de Kislev y su invasión está pensada para un máximo de tres jugadores.
